domingo, 5 de septiembre de 2010

Enfermedades endémicas: mal de Chagas

Las enfermedades endémicas son aquellas enfermedades infecciosas que afectan de forma permanente o en determinados periodos a una región. Los índices definen si una enfermedad se convierte en endémica. Por un lado, el índice de prevalencia (que mide el número de personas afectadas por la enfermedad o que pueden ser afectadas).






Por otro, índice de morbilidad (las que mueren o van a morir por la enfermedad). En el caso de que estos dos índices sean altos y la existencia de la enfermedad se prolongue en el tiempo, una enfermedad pasa a denominarse endémica, es decir que persiste durante un tiempo determinado en un lugar concreto y que afecta o puede afectar a un número importante de personas. En nuestro país, los médicos indican que el dengue, con la última epidemia, pasó a ser endémico.




En Iberoamérica, las enfermedades endémicas que tienen un índice mayor de prevalencia y morbilidad son el mal de Chagas, la malaria, el dengue y la leishmaniasis. 


CHAGAS


En 1909 el doctor brasileño Carlos Chagas descubrió el mal que lleva su nombre. A partir de ese momento dedicó su vida a la lucha contra la enfermedad y contra la situación miserable en la que vivía parte de sus compatriotas, que hacía posible el desarrollo del mal. La OMS considera el Mal de Chagas “uno de los mayores flagelos de América Latina”, hasta el punto que ya se ha convertido en endemia en ciertos países y regiones. Según la ONG Médicos Sin Fronteras, millones de personas sufren sus consecuencias y más de 100 millones están en riesgo de contagio en el continente americano. El motivo del peligro y la extensión de esta enfermedad, en que el mal tiene como agente causal al parásito Trypanosoma cruzi, y se trasmite al hombre principalmente a través de triatomas, cuyo nombre más común es vinchuca o chichâ guasu- en el momento en que se alimentan (únicamente de la sangre de los humanos y animales domésticos). 






FORMAS DE CONTAGIO 


El proceso comienza cuando el parásito pica a una persona y contamina la sangre de esta o del animal, dejando sus restos de heces. La persona infectada puede trasmitir la enfermedad a su hijo durante la gestación. En algunos casos, excepcionales, la persona puede contagiarse por consumir una vinchuca -sin darse cuenta- en algún alimento o los excrementos de están depositados en algún vegetal, como el caso de la caña de azúcar.


El Trypanosoma cruzi con el tiempo puede atacar órganos vitales como el corazón, el colon, el esófago, los intestinos y el sistema nervioso periférico.






La vinchuca -o chichâ guasu en nuestro país- es responsable del mal de Chagas. 


La prevalencia de esta enfermedad tiene una explicación en las condiciones socioeconómicas caracterizadas por la pobreza y la precariedad que presentan las viviendas de la población rural y por la falta de recursos contra la enfermedad. En nuestro país se dan esas mismas condiciones en el campo: la mayoría de la gente tiene casas con paredes de adobe y techos de paja, hábitat ideal para la vinchuca.




Contra el mal de Chagas


Cinco países se han unido para analizar el comportamiento de distintas poblaciones de la vinchuca Triatoma infestans en la Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia. Se hará el estudio de la vinchuca en el área del Gran Chaco argentino-paraguayo-boliviano y en los valles andinos de Bolivia. Es un insecto hematófago (se alimenta de sangre), y de las 138 especies de vinchucas, es la de mayor importancia, por estar muy adaptada a las viviendas, donde transmite la enfermedad al hombre. 




Las casas precarias en el campo son el hábitat ideal para la vinchuca. 


Cómo se realizan los análisis 
Primero se colectan las Triatomas infestans en distintas localidades de Argentina, Bolivia y Paraguay, y se toma la referencia geográfica usando GPS, lo cual permite luego conocer, en las imágenes satelitales, las características ambientales de cada lugar. 
Las alas son estudiadas primero en un laboratorio de la Universidad Nacional de La Plata, donde identifican los hidrocarburos cuniculares (en la cutícula). Luego las alas pasan al laboratorio de morfometría (Crilar/Uba y IRD de Francia), para que se analicen su tamaño y su forma cuantitativamente. Por otra parte, también en el Crilar se analizan los receptores sensoriales ubicados en las antenas. En Francia, el análisis de las patas permitirá conocer mediante el ADN la movilidad de estos insectos entre distintos ambientes. Además, se les extraen las gónadas para el análisis citogenético en la Universidad de la República, en Uruguay. Mediante el análisis de los cromosomas, e identificar los distintos tipos genéticos. 
Todos estos estudios se completan con un exhaustivo análisis de más de 20 variables que describen el ambiente -temperatura, humedad o radiación- para identificar las posibles rutas migratorias de las vinchucas y la relación de las poblaciones con su ambiente. Todo el material colectado está siendo también caracterizado por su susceptibilidad a los insecticidas piretroides (los que se usan en las fumigaciones contra insectos), pues la Triatoma infestans manifiesta elevada resistencia a estos insecticidas, generando serios problemas para su control. 


En síntesis, se espera dilucidar los factores ambientales, genéticos y ecológicos que determinan la diversidad de las poblaciones de T.


infestans, su adaptación al domicilio humano y las rutas migratorias que han permitido su rápida expansión. También se espera ubicar poblaciones silvestres que constituyen un riesgo potencial para la reinfestación de los domicilios, en los tres países mencionados. 


Válvula de vida. El corazón es uno de los órganos más afectados por el Chagas.


Fuente: http://archivo.abc.com.py/2007-05-29/articulos/332797/enfermedades-endemicas-mal-de-chagas